Tuesday, May 17, 2005

Tijuana y Tamaulipas. No son iguales, pero como se parecen.

Fue directo cuando le pregunté por la muerte de la periodista de Reynosa, Tamaulipas: Trabajaba para el Cártel del Golfo, era parte de la organización.
Después me confió que su labor consistía en evitar que los medios de comunicación dieran cuenta de la violencia que se generaba en esa región fronteriza de México.
¿Cómo está eso padrino?
Mira, a los corresponsales les daba 2 mil 500 dólares al mes. A los buenos.
Los que menos eran los locales, pero dependía el medio, iba de unos mil a mil 500, los que menos unos 100 dólares.
Ese era su trabajo, como vez, estaba dentro de la organización.
Cuando me platicó la historia recordé muchas que se vivieron en Tijuana, allá por principios de los 90’s. En aquel entonces a “El Mayel”, sólo le gustaba que lo ubicaran por su apodo, pobre del que se atreviera a llamarle por su nombre: Ismael Higuera Guerrero.
En una ocasión, en cierto periódico se escribió el nombre de quien fue considerado uno de los principales operadores del cártel de los hermanos Arellano Félix.
Cuando se enteró que en cierta columna se le mencionaba envió a un emisario, pidió expresarle al encargado de la venenosa información recordar el pacto.

Timbró el teléfono celular:

-Bueno...
-Qué pasó mi amigo?. No quedamos en algo.
-Claro, qué pasó, a qué te refieres.
-Oye es que leí algo que saldrá mañana y pues le va a molestar al Señor.
-¡Ah, caray!... debió ser un error, déjame checarlo.
-Ahí te encargo compadrito.
Clikc....

Tshic, tshic, tshic, tshic, se escuchaba el marcar del teléfono celular....
-Bueno....
-Sí, dígame a qué extensión.
-/*-+¿’´+[*¿’
- Bueno.
-Te llamo porque puse unos datos mal en mi columna.
- Ok. Cuáles.... aunque ya los corregí....
-Gracias.
-De nada. Mañana nos vemos....